La enfermedad celíaca y la infertilidad

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La celiaquía o enfermedad celíaca es un trastorno no hereditario de tipo autoinmune que se desarrolla en personas genéticamente predispuestas, y afecta al 1 por ciento de la población, mientras que en la población integrada por quienes tienen problemas reproductivos -tanto hombres como mujeres- su incidencia es del 5 por ciento.

Esta enfermedad se caracteriza por la inflamación crónica de la mucosa intestinal debido a la incapacidad que tienen quienes la padecen para digerir la gliadina, proteína presente en el gluten.

No tiene cura y su único tratamiento es la realización de una dieta libre de gluten, y por ende de trigo, avena, centeno y cebada, es decir “sin TACC”.

Si bien ésta no es directa, sí se sabe que la celiaquía impacta en la fertilidad, tanto de los hombres como de las mujeres.

Esta enfermedad puede ser detectada en la infancia cuando abundan los síntomas gastrointestinales como por ejemplo la hinchazón, la molestia abdominal, la diarrea y la consecuente pérdida de peso.

Sin embargo a una edad más adulta puede manifestarse cuando hay problemas para concebir un embarazo,  los abortos repetidos y los nacimientos de niños con bajo peso.

“La fertilidad, o mejor dicho la infertilidad, es un tema que está relacionado con la enfermedad celíaca. Esto quiere decir que las personas que padecen este trastorno pueden tener complicaciones, por ejemplo, para lograr un embarazo, o al menos tardar más de lo que tarda alguien que no tiene la enfermedad” , señala el doctor Aníbal Gil, médico de planta del Grupo de Enfermedades Inflamatorias Instestinales del Hospital de Gastroenterología Dr. Carlos Bonorino Udaondo.

Las mujeres con enfermedad celíaca presentan un retraso de 2 años en la aparición de la menarca o primera menstruación, y un adelanto de entre 3 y 4 años de la menopausia, mientras que su ciclo menstrual suele verse alterado por amenorreas, es decir, la falta de menstruación por más de 90 días.

Por otro lado,  los hombres celíacos poseen riesgo de padecer infertilidad u otros trastornos reproductivos, así como también una mayor incidencia de hipoandrogenismo (bajo nivel de testosterona), que se traduce en la deficiencia de andrógenos en el cuerpo,provocando  falta de virilidad y potencia sexual; sin mencionar que la calidad del esperma se ve afectada. 

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