Un estudio elaborado por el el Instituto Nacional de Salud Infantil y Reproducción Humana de Estados Unidos señaló que las mujeres que sufren de estrés físico o emocional tienen un 50 % menos de probabilidad de quedar embarazadas.
Este es el primer estudio que ha funcionado para obtener una comprobación científica de la asociación entre el estrés y la infertilidad.
Para la investigación se siguió a 501 parejas que buscaban concebir durante 12 meses. Una vez finalizado el estudio, se agrupó a las mujeres que no habían quedado embarazadas en función de distintas variables, edad, etnia, consumo de alcohol, cafeína y tabaco, como para evaluar potenciales relaciones entre cada una de ellas y el resultado negativo de embarazo.
Durante el estudio se hicieron varios análisis, entre ellos la presencia de cortisol y de alfa amilasa en la saliva de las mujeres, los cuales son importantes biomarcadores que se incrementan ante situaciones de estrés.
En el experimento, dirigido por la doctora Courtney Lynch. directora de Epidemiología Reproductiva de la Universidad de Ohio, y publicada en la revista científica Human Reproduction, se demostró que las mujeres que tenían los niveles más elevados de alfa amilasa, eran un 29% menos fértiles, lo que reducía a la mitad sus oportunidades de concebir.
