Las mujeres parecen responder peor a los nuevos tratamientos contra el cáncer

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Ser mujer puede ser un factor deteriminante en la respuestas a los nuevos y potentes tratamientos contr la cáncer. Según un estudio que se publica en The Lancet Oncology, las diferentes respuestas inmunes entre hombres y mujeres, y la interacción potencial con las hormonas podrían afectar la forma en que los hombres y las mujeres se benefician de la inmunoterapia, sugieren los autores.

La inmunoterapia contra el cáncer representa uno de los avances más importantes en el tratamiento del cáncer en la última década. Es el tratamiento estándar para algunos tipos de cáncer, incluido el melanoma y el cáncer de pulmón no microcítico, y se están llevando a cabo ensayos para determinar su efectividad en el tratamiento de otros cánceres. Si bien los hallazgos no implican un cambio en las pautas de tratamiento para hombres o mujeres, los autores dicen que deberían impulsar nuevas investigaciones para comprender los mecanismos en juego con el fin de mejorar los tratamientos para todos los pacientes.

Además, la naja presencia de mujeres en ensayos clínicos es un problema ampliamente reconocido. De hecho, en la mitad de los ensayos en este estudio, las mujeres constituían menos de un tercio de la población general, lo que significa que es probable que los ensayos individuales no puedan mostrar de manera fiable la interacción entre el sexo y la eficacia del tratamiento. Los hallazgos de este metanálisis resaltan la necesidad de análisis específicos por sexo para evitar extender erróneamente a las mujeres los resultados que se obtienen principalmente en pacientes varones, lo que puede conducir a un cuidado más deficiente y potencialmente dañino.

Estudios previos han demostrado que los hombres tienen un riesgo casi dos veces mayor de mortalidad por todos los cánceres que las mujeres, probablemente como resultado de factores conductuales y biológicos

Estudios previos han demostrado que los hombres tienen un riesgo casi dos veces mayor de mortalidad por todos los cánceres que las mujeres, probablemente como resultado de factores conductuales y biológicos. En este estudio, los autores analizaron específicamente las diferencias en la supervivencia de los pacientes tratados con inmunoterapia.

Combinaron datos de 20 ensayos aleatorios publicados previamente, incluidos 11.351 pacientes que habían recibido un inhibidor del punto de control inmunológico (ipilimumab, tremelimumab, nivolumab o pembrolizumab) para cánceres avanzados o metastásicos. Estos incluyen melanoma, carcinoma de células renales, cáncer urológico, cáncer de cabeza y cuello y cáncer de pulmón. Un total de 3632 (32%) de 11.351 pacientes tenían melanoma y 3.482 (31%) cáncer de pulmón no microcítico. De los incluidos en el análisis, 7.646 (67%) eran varones y solo 3.705 (33%) mujeres.

De los incluidos en el análisis, 7.646 (67%) eran varones y solo 3.705 (33%) mujeres

El análisis arrojó un dato llamativo: en promedio, la ganancia de supervivencia relativa fue el doble en e los hombres en comparación con las mujeres. «El pronóstico dependerá de múltiples variables, incluido el tipo de cáncer y los medicamentos utilizados, y las inmunoterapias continúan siendo el tratamiento estándar para varios cánceres, con una supervivencia a menudo mucho mejor que otras drogas», señala Fabio Conforti, del Instituto Europeo de Oncología, Milán (Italia), que puntaliza que, a pesar de estos hallazgos, «el tratamiento para las mujeres no debe alterarse; más bien, necesitamos comprender más acerca de los mecanismos para garantizar que estos nuevos tratamientos se puedan optimizar tanto para hombres como para mujeres».

Explica el investigador que «las mujeres obtienen respuestas inmunes más fuertes que los hombres, lo que causa una eliminación más rápida de patógenos, y lo que explica la menor gravedad y prevalencia de muchas infecciones en mujeres o su mayor respuesta a la vacunación que los hombres. Por otro lado, las mujeres representan aproximadamente el 80% de todos los pacientes con enfermedades autoinmunes sistémicas en todo el mundo. Por lo tanto -añade-, es posible que las diferencias en el sistema inmune de mujeres y hombres puedan ser relevantes para el curso natural de afecciones inflamatorias crónicas como el cáncer y, potencialmente, cómo responden a las drogas».

Los autores agregan que también se han reportado diferencias de sexo en el sistema inmune a nivel celular, probablemente como resultado de interacciones complejas entre los genes, las hormonas, el medio ambiente y la composición del microbioma. Las vías del inhibidor del punto de control inmunitario (CTLA-4 y PD-1) desempeñan un papel importante en la inmunosupresión inducida por tumor, y los estudios en animales han sugerido que las hormonas sexuales pueden modular algunas de estas vías. De forma similar, los ratones hembra y los machos muestran diferentes respuestas a los anticuerpos monoclonales anti-PD-L1.

«A pesar de la evidencia disponible sobre el papel potencial del sexo para influir sobre cómo funcionan los fármacos, los ensayos que prueban nuevas terapias rara vez toman en cuenta el sexo. Los inhibidores del punto de control inmunológico han revolucionado el tratamiento del cáncer, demostrando mayor eficacia que las terapias estándar en varios cánceres». indica Conforti que apunta que el camnio debe ser mejorar aún más la inmunoterapia mediante la identificación de biomarcadores predictivos de respuesta y una mayor investigación en las diferencias de sexo.

No se debe negar a las pacientes indicadas el tratamiento con cualquier inhibidor del punto de control

En en un comentario que acompñaa al artículo, Omar Abdel-Rahman, de la Universidad Ain Shams (Egipto) y de la Universidad de Calgary (Canadá), advierte que el metanálisis incorpora un grupo diverso de tumores sólidos: «… dentro de cada tumor sólido hay una multitud de características iniciales que pueden diferir en su distribución entre hombres y mujeres y se ha constatado que estas características iniciales afectan los resultados de los pacientes tratados con inhibidores del punto de control inmunológico».

Además, puntaliza Adbel-Rahman, también hay características de comportamiento que difieren entre hombres y mujeres también puede tener efectos confusos

Por ello, señala que este artículo debe tomarse con precaución antes de obtenerconclusiones radicales y antes de cambiar el tratamietnto estándar en las mujeres. «No se debe negar a las pacientes indicadas el tratamiento con cualquier inhibidor del punto de control», concluye.