Tres pacientes españoles aportan la clave para la vacuna universal contra el Ébola

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Tres pacientes que se infectaron con una variante del virus Ébola durante la última epidemia, ocurrida en África Occidental entre 2013 y 2016, pueden convertirse en una pieza fundamental para el diseño una vacuna universal frente a todas las variantes de este letal virus. La clave está en que poseen un tipo de anticuerpos muy potentes, capaces de atacar zonas conservadas y protegidas de la envoltura del virus, y anular así su agresividad. Este tipo de anticuerpos, explica a ABC Rafael Delgado, del Servicio de Microbiología y del Instituto de Investigación del Hospital Universitario 12 de Octubre i+12, se denominan ‘Unicornio’ por sus especiales propiedades y por la rareza en cuanto a número. Y, aunque ya habían sido identificados ya en clones creados en laboratorio, «es la primera vez que se detectan en muestras reales de pacientes que han superado la infección».

Manipulando el virus

JOSÉ RAMÓN LADRA
La mayoría de las vacunas funcionan por su capacidad de inducir la producción de anticuerpos que reconocen y neutralizan la envoltura que los virus tienen en su superficie. Este es el caso de algunas muy eficaces, como las de hepatitis B o sarampión. Sin embargo, en el Ébola, VIH y Gripe uno de los inconvenientes es la variabilidad y capacidad de estos virus para esconder las zonas más vulnerables de su envoltura y evitar ser reconocidos y neutralizados por los anticuerpos.

En el Ébola, VIH y Gripe uno de los inconvenientes es la variabilidad y capacidad de estos virus para esconder las zonas más vulnerables de su envoltura y evitar ser reconocidos y neutralizados por los anticuerpos

La denominada «vacunología inversa», señala Delgado, trata de resolver todos los obstáculos que nos plantean estos virus. A partir de muestras de pacientes, y en concreto de sus anticuerpos, se trata de descubrir «talones de Aquiles» en zonas del virus, en este caso en la proteína de envuelta del virus, que le hagan susceptible a una posible vacuna.

Gracias a su colaboración con el Hospital La Paz, donde fueron tratados y controlados los tres pacientes , que ya están curados, los investigadores del Hospital Universitario 12 de Octubre i+12, han podido determinar que estos anticuerpos Unicornio son capaces de acceder a las zonas «recónditas del virus» si antes se modifica la envoltura del virus para eliminar esa protección natural y exponer las regiones críticas en su interior.

Nueva estrategia terapéutica
En las infecciones naturales, indica Delgado, estos anticuerpos solo tienen oportunidad de actuar contra el virus cuando está situado en el interior de la célula, pero en ese momento se presentan en muy baja concentración y su acción es muy limitada. «Nosotros aportamos una nueva estrategia terapéutica –subraya-, basada en la modificación de la envoltura del virus en el laboratorio, lo que permitiría inducir una mayor producción de estos anticuerpos tan especiales».

De esta forma, la manipulación de estos anticuerpos, como se hace en otro tipo de vacunas como la de la hepatitis B que induce anticuerpos neutralizantes de por vida, podría convertirlos en «agentes extremadamente eficaces, capaces de neutralizar todas las variedades de virus Ébola conocidas, no solo las de tipo Zaire, que corresponden a este último brote, sino también otras variantes tan peligrosas como la primera y que han estado diseminándose por África en las últimas décadas». Es decir, «una vacuna universal».

Y a pesar de que como reconoce el propio investigador, «esta estrategia de vacuna no ha hecho nada más que empezar», su grupo ya está colaborando con el equipo de Mariano Esteban, del Centro Nacional de Biotecnología (CNB), y en un futuro confían en iniciar un pequeño ensayo en ratones para confirmar la capacidad de estos anticuerpos manipulados frente a todas las variantes del Ébola.

La investigación se publica en un suplemento especial de la revista científica «The Journal of Infectious Diseases» y sigue una estrategia similar a las investigaciones que se están llevando a cabo frente a VIH y Gripe, ya que estos últimos se comportan de forma semejante. En este sentido, Delgado ha adelantado a ABC que su grupo está trabajando en esta línea para desarrollar una vacuna para la gripe más potente y de una mayor duración (5 años).

El grupo ya está colaborando con el equipo de Mariano Esteban, del CNB, y en un futuro confían en iniciar un pequeño ensayo en ratones para confirmar la capacidad de estos anticuerpos manipulados frente a todas las variantes del Ébola

El virus Ébola, caracterizado por primera vez en 1976 en el Congo -Zaire-, puede presentar tasas de mortalidad cercanas al 90 por ciento en algunos brotes. La infección se transmite por contacto directo con la sangre y fluidos orgánicos y ha producido desde su aparición cerca de dos docenas de brotes en África Central y Occidental.

El brote que comenzó en Guinea Conakry en 2013 y que alcanzó proporciones epidémicas, ha sido el mayor hasta el momento con más de 28.000 infectados y 11.000 fallecimientos. Fue también la primera vez que pacientes infectados se trataron en países desarrollados, incluyendo Estados Unidos, Inglaterra y España, donde se atendieron ciudadanos repatriados, pero donde también hubo contagios.

La Organización Mundial de la Salud -OMS- declaró el fin de esta emergencia de salud pública en marzo de 2016, aunque mantiene la vigilancia en los países más afectados para detectar la posible aparición de casos aislados. Así ha ocurrido recientemente en el Congo, donde se han registrados dos nuevos brotes más limitados, uno en 2017 y otro declarado en mayo de 2018, todavía activo.